En mi opinión, nada es más soez en una novia que lucir escotazo en el pecho. Es decir, una cosa es marcar la forma o llevar un escote palabra de honor, y otra bien distinta es lucir las formas de manera exagerada. Por poner un ejemplo, recordaré el escote del vestido de novia de Virginia Troconis, esposa de El Cordobés. Demasiado osado para mi gusto.
Sin embargo la espalda es otra historia. Llevar la espalda descubierta es elegante en un vestido bien cerrado, causa sensación y muestra más sutilmente la provocativa silueta de una mujer. Creo que es un tándem para los vestidos sencillos y sin demasiado vuelo, y además, dejarás a los asistentes boquiabiertos al pasar. Estos son algunos de los escotes-espalda más espectaculares que he encontrado: