Mi celestina favorita, es decir, aquella que me presentó a mi chico, ha repetido incansablemente desde que la conozco que adora los cinturones con pedrería o bordados en vestidos de novia. Yo nunca les había prestado mucha atención hasta que ella lo comentó por primera vez cuando empezamos juntas a ver vestidos y observar bodas detenidamente, ya que durante algunos años fue mi compañera de piso. ¡Cómo echo de menos aquellas revisiones a los álbumes de bodas que veíamos en Facebook!
Pues bien, manchega de ojos como los que quiero para mis hijos, he encontrado lo que buscas y no lo tienes lejos. Más exactamente en la calle Ayala, en Madrid. Los hace Carmen María Mayz, que aprendió de una de las oficialas del taller de Balenciaga y tiene ya más de 20 años de experiencia. Son ideales y, además, los puedes encontrar en tonos plateados y dorados. Auténticas obras de arte…